Nuestro objeto de
deseo era ese monumento y un paseo por la ribera del rio en una tarde
soleada. Teníamos fijo en la mente unas imágenes ideales de los dos,
aislados perfectos. Habíamos Imaginado el monumento en la época que hervía
de vida, con caballeros andando por las salas y damas de lánguidos ojos mirando
hacia la lejanía desde una pequeña ventana. El paseo por el rio era al
atardecer, mientras la brisa soplaba. Allí, pensábamos que no estaríamos solos.
Otras personas se encontraban, pero eran parte de nuestro decorado ideal.
Jubilados viendo pasar la vida en un banco, una chica paseando distraídamente a
su perrito, unos enamorados ajenos al mundo.
Ahora hace varias
horas que bajamos el vuelo low cost, donde hemos gozado de una consideración
cercana a la del ganado. Tras varios enlaces recalamos en el hotel que, aunque
no es como aparece en las fotos, al menos nos permitirá descansar. Salimos
ilusionados y nos plantamos en el monumento. Allí vemos que miles de
personas han tenido las mismas facilidades para viajar que nosotros.
El monumento
responde a la idea que teníamos de las fotos. Pero el escenario es
distinto. De una de sus laterales sale una kilométrica cola y en su
fachada principal se agolpan cientos de personas, que lo fotografían sin cesar.
Monumento sólo, grupo con fondo de monumento, caras de los del grupo sin
monumento. Las casas cercanas al monumento parecen formar parte del escenario
de este parque de atracciones, no hay vida, sólo puestos de suvenir en los
bajos.
Al decaer la tarde
llegamos al rio. Tampoco estamos solos, se diría que ha llegado aquí la muchedumbre del
monumento. Este paseo figura en todas las guías de viaje, que aconsejan su
visita en estas horas. Intentamos fotografiar el agua y el paseo sin personas,
imposible. La magia desaparece, y nos viene a la memoria un embotellamiento de
lunes por la mañana.
Cuando estamos
cerca de descorazonarnos, pensamos que estamos allí. La tarde tiene el color
que intuimos, el agua corre mansamente, y es primavera. No estamos solos, pero
estamos allí.
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