martes, 5 de marzo de 2013

Extremeños y cigueñas

Decididamente,  los extremeños siempre han ansiado buscar nuevos horizontes.  Quizá sea por tener las cigueñas tan cerca. Durante siglos, con la retirada de las nieves abandonaban su pequeña aldea, el incómodo castillo o el frio monasterio y se lanzaban a descubiertas en tierras de moros. Cuando ya no queda ninguno, buscan su horizonte en América. Traslada la frontera, de "más allá del Duero", al Amazonas, al Paraná. Los Pizarro, Núñez de Balboa, Orellana, extremeños que murieron fuera de su tierra, y que obtuvieron más gloria que fortuna. El que si regresó, Hernán Cortes, preside hoy la solitaria plaza de su Medellín natal, espada en ristre, bajo la sombra de su arruinado castillo.
Hoy los lugares de conquista se han reducido hasta llegar a minúsculas parcelas, que los modernos extremeños sueñan conquistar. Puede ser un bar español en Islandia, o una clínica en Australia. Ahora si que vuelven a su tierra, pero es para las fiestas o para morir en paz.
El griego Tucidides nos narra lo que sus compatriotas hicieron ya diez siglos antes de cristo: "Todos abandonaban fácilmente sus asentamientos y como pensaban que conseguirían en cualquier parte el sustento de cada día, por ello emigraban con facilidad, y en consecuencia no eran poderosos ni por la importancia de sus ciudades ni por otro tipo de recursos". Hoy la emigración secular extremeña ha dejado preciosas dehesas que se conservan como hace cientos de años. Señoriales castillos, conventos o palacios, que han tenido más pena que gloria. Y las cigüeñas, únicos seres vivos en las calles de muchos pueblos.
Pero también existe otra Extremadura que quiere luchar. La que tras desvelos, empeña su patrimonio y sus ganas, acondicionan ese perdido monasterio para el turismo, explotan esa finca o, los más locos, producen algo. La que decide que es el lugar donde vivir sus buenos años, no sólo los que preceden al fin. Los que cuando cada año ven partir a las cigüeñas, deciden que es el momento de reformar su nido.


No hay comentarios:

Publicar un comentario