El día que abrió una cuenta en Facebook nunca se hubiera imaginado que su vida cambiaría de raiz. Al principio sólo eran unos pocos amigos, los de siempre, con mensajes sobre el fin de semana, y algunas fotos y videos de copiar y pegar.
Todo camnbio cuando colgó aquel video que su amigo grabó mientras el rociaba a su jefa con pintura azul. Fue en la oficina, con todos sus compañeros mirando, al día siguiente de comunicarle el despido. Total, nada tenía que perder, y llevaba mucho tiempo callando, como lo hacía con su familia, con sus amigos. Todo este silencio acabó delante de aquella periodista de la televisión local. Habló de las relacines sexuales con su novia, de los pequeños robos que había hecho en el supermercado, y de lo poco que se lavaba. Descubrió la facilidad que tenía para comunicar y que lo escucharan, la sorpresa que despertaba en sus oyentes. La primera vez que acudió a la cadena nacional de televisión supo que le guistaba esa vida, que ya nunca sería igual. Para entonces ya no era el de antes, sino el personaje que había creado.
Hoy entra en la casa de Gran Hermano. Es uno de los elegidos entre los 60.000 jovenes que se han presentado al casting de la cadena, para encerrarse y ganar fama y dinero. Allí se juntará con otros personajes como él, que han llegado a ser famosillos enseñando sus propias vidas a millones de personas anónimas: los telespectadores.
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