sábado, 16 de febrero de 2013

Pistorius y el mal

Robert Louis Stevenson creó las figuras del Dr. Jrekyll y Mr. Hyde, como las dos partes de una misma persona. El respetable Jekill se transformaba en el malvado Hyde, al que hace encarnar todos los vicios posibles.Al parecer para la creación de sus personajes se inspiró en Willian Brodie, modelo de ciudadano del siglo XVIII, intachable  para sus vecinos, dedicaba la noche al juego y a sus dos amantes, con las que tuvo cinco hijos, sin que una conociera la existencia de la otra. El robo y el asesinato lo llevaron a la horca, donde también fue un tramposo. Sobornó al médico encargado de certificar su defunción, y con un anillo de plata en torno al cuello, logró engañar a los ciudadanos que asistían a la ejecución, sobreviviendo sin que nunca más se tuviera noticia de él.
 
 
Oscar Pistorius escondía demonios bajo su piel de deportista perfecto, de afán de superación que culminó en éxito. Ahora se sabe que este ganador de medallas paralímpicas amenazó a un rival amoroso con partirle las piernas, que fue detenido por pegar a una invitada que discutía con otra de sus parejas, y que vivía obsesionado con su fallecida madre, la que ordenó que le cortaran las piernas a la altura de las rodillas para evitar el progreso de una enfermedad.
 
 
Puede que el bien y el mal aniden en todas las personas, y normalmente se manifiesta en pequeñas dosis. Pero nos sorprenden cuando este demonio oculto, que  siempre pugna por salir, lo logra  en el caso de Pistorius en forma de asesinato.

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