martes, 19 de febrero de 2013

Troya

 
Unos niños hacen puntería arrojando piedras sobre unas viejas vasijas. Vienen a menudo a jugar al destruido castillo de Lebus en Alemania, y a su entorno horadado por los cráteres de las bombas en la segunda guerra mundial. Una investigadora conoce su importancia, y convence a los niños de que recojan restos de vasijas, al precio de un caramelo cada una.
Su valor es incalculable, forman parte del tesoro que Shielman, descubrió en sus excavaciones en Troya, y que ante la inminencia de la guerra se escondió en varios refugios. En 1946, cuando los niños obtenían su botín de chucherías, la mayor parte del tesoro se daba por perdida. Casi cincuenta años después aparece en Rusia,  que se niega a devolverla, considerando que le pertenece por los daños de la guerra.
 
Y es que los tesoros generalmente aparecen alguna vez, es cuestión de tiempo. Más de 4.000 años estuvo escondido el de Troya, hasta que después de veinte años de excavaciones en el mismo lugar lo halló Shielman. Sobre el lugar se habáin amontonado hasta ocho estratos de construcciones, palacios, almacenes, casas, construidos y destruidos por guerras, incendios, terremotos, y vueltos a construir. Cuando ya no eran sino una montaña de escombros y tierra, apareceieron las vasijas y las joyas de oro enterradas.
 
Podemos estar tranquilos, no se necesitará tanto tiempo para que aparezca lo que han escondido nuestros políticos corruptos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario